jueves, 2 de septiembre de 2010

De amores platónicos

Casi siempre la escena era en un aeropuerto, repleto de gente, en donde ella corría tratando de mantener la marcha y procurando no bajar la vista. Sólo a unos metros delante de ella corría él, o ella; bueno, sólo se divisaba su espalda, supongamos que era “él”. Él era el único que se divisaba entre tanta gente.
Cada vez que ella lograba alcanzarlo a unos metros, sus piernas se acalambraban, su pecho se cerraba y su impulso disminuía. Pero en cuanto él se alejaba considerablemente ella cobraba una fuerza inconmensurable que la hacía sentir cada vez más vital y deseosa de alcanzarlo.
Y esa escena se volvía a repetir una y otra vez, casi todos los días, con pequeñas variantes. Ella la soñaba despierta, con sus ojos cerrados, pero nunca con la intensidad de la última vez.
En esa última vez ya no había gente, era él y un fondo oscuro. Ella corría para alcanzarlo y él se iluminaba entre tanta oscuridad. Parecía ser que había llegado el momento de la verdad. Entonces ella alcanzaba su cuerpo, y un instante antes su brillantez era más intensa que nunca y al siguiente era nada.
Finalmente ella pestañeo y recordó - tratando de abrir bien los ojos - sus “amores platónicos”.

3 comentarios:

virginia panzini dijo...

la pregunta es...es triste y nostalgioso el amor platonico? o es feliz y alegre?
ella corre, corre y nunca lo alcanza?
que pasaria si lo alcanza?





Te veo confundida y sin lugar.
Corre, siempre esta corriendo.

No sabe donde esta cuando despierta,
No sabe donde esta ni a donde va.

Y ella corre, solo corre.
Siempre corre, solo corre.
Nunca va a llegar.

Y es que el mundo gira y no va a parar
y ella va corriendo.
Ella va girando, sigue girando.
No esta entendiendo que nunca lo va a alcanzar.

No sabe que decir, pero no calla.
Palabras sin sentido, sin lugar.
Habla sola, solo habla.

Tropieza al caminar, siempre apurada.
Lo sabe pero no quiere escuchar.

Y ella corre, solo corre.
Siempre corre, solo corre.
Nunca va a llegar.

Y es que el mundo gira y no va a parar
Todo esta cambiando.
Y ella va corriendo, sigue corriendo.
No esta entendiendo que nunca lo va a alcanzar.

Esta girando, no puede enfocar.
Todo va volando. Se lo esta perdiendo.
No puede parar. No lo esta entendiendo.

beso estimado amigo marco.

Francisco dijo...

El amor platónico es triste, feo, malo, enturbiece el alma y lo llena de impotencia, aunque le da vida, renueva el alma, levanta vuelo, le anuncia al espiritu, que dentro de ese cuerpo frio pero aún vivo, quedan resquicios de expectativas, energias de amor (o de soledad, su reverso: qué es el amor sino la necesidad de completarse con otro, completarlo al otro, llenarse de lo que uno no tiene, una solución satisfactoria a la desilución de estar arrojados solos al mundo; pero el amor platónico, conlleva una mayor desgracia: y es que no se corresponde, no tiene lugar en la ralidad, está condenado al pensamiento, a la omnipotencia y el deseo, y por tanto al fracaso y la resignación... un amor platónico, que tuviese cabida real, ya no sería platónico, y probablemente con el tiempo deje también de ser amor...
(en verdad escribí para que actualices, y para hacer presencia, pero disculpas que no me salió nada más creativo)

Francisco dijo...

Nariz, volví a leer este texto, muy bueno. Me re gustó. no le había prestado atención la otra vez.
"en cuanto él se alejaba considerablemente ella cobraba una fuerza inconmensurable que la hacía sentir cada vez más vital y deseosa de alcanzarlo."
"un instante antes su brillantez era más intensa que nunca y al siguiente era nada."
"Finalmente ella pestañeo y recordo... sus “amores platónicos.”
Tremendo Naríz... Además, juegua ahí la confusión sexual, o la no determinación sexual. Es muy loco. Nos vemos nariz.. abrazo grande!